sobre el camino la huella.
La huella que tú dejaste
en la arena ¿Dónde está?
¿Dónde está el barco velero
que soñaste en ocasiones
y al partir con un te quiero,
colmara tus ilusionas?
Ya sólo queda el te quiero,
porque el rudo vendaval
borró sin piedad la huella
y volcó el barco velero.
Aquel velero que en sueños
te imaginaste dorado,
hoy es lánguido, triste y gris,
gris por el melancólico sendero
de sombra casi tapado.
Debajo del mismo cielo y el mismo sol
transitan cada día nuestros sentimientos,
por un puente construido con amor y ternura
que nos une de corazón a corazón…
Un hermoso puente llamado amistad.
Gracias por acompañarme siempre
con la magia y el silencio de las palabras.
Un abrazo y feliz fin de semana
con una sonrisa en las pupilas de la ilusión.
Atte.
María Del Carmen