La lluvia, el aire, el sol el estío.
La niñez insondable.
Temeroso arbusto
de echar brotes.
Clavada espina hiriente,
acechadora de risas y llanto.
Impasible la acequia aguarda
el agua de lluvia.
Y por bajo de la alberca,
brotará la fuente hontana
entre juncos y hierba.
Me trabaré
y liaré las manos
rememorando brisas y aliagares,
amores que nunca lo fueron
e ilusiones pretendidas.
Muchas gracias por tu comentario.
domingo, 22 de julio de 2012
domingo, 1 de julio de 2012
DECEPCIÓN
Se llevó el eco el aire,
borró el viento la huella.
La euforia del hombre
como una llama arde,
hasta el monte se quema
sin saber quien lo prende
ni por qué se incendia,
se comenta, se dice, se sospecha,
pero nada de nada.
Sólo
hombre contra hombre
odiándonos, matándose,
matándose sin guerra declarada.
Preocupada está la luna.
Las estrellas miran y rien,
¿o acaso es que lloran?
Muchas gracias por tu comentario
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