Hasta que uno no sienta la verdadera alegría de la navidad, no existe. La navidad no es para recibir sino que es el tiempo de compartir en familia, y recordar que el hombre tiene que recuperar la esperanza para poder contemplar sus sueños: el fuego colgante, la hierba verde del prado, el azul celeste del mar, la vida palpitando detrás de las puertas. Un mundo por descubrir, para todos y en paz.
¡¡Que maravilla si naciera!!
Todo lo demás es apariencia, mucho adornar. Porque no son los adornos, no es la nieve. Ni es el árbol, ni la
chimenea. La Navidad es el calor que vuelve al corazón de las personas, la generosidad de compartirla con
otros y la esperanza de seguir adelante.
Después de un año de mi blog quiero, esta navidad, poner un árbol dentro de mi corazón para colgar en él los nombres de cada uno de los poetas, seguidores y amigos, gente a la que quiero y que por medio de blogs
nos comunicamos creando un vínculo de hermandad y buen hacer. Cuanto más compartamos más amor surgirá de nuestro interior, un amor que por medio de las letras y la poesía sea percibido por la humanidad.
Que guardéis en vuestro corazón con agradecimiento el precioso recuerdo de las cosas buenas de la vida.
Os deseo que todo don de Dios crezca en vosotros para dar alegría a los corazones de aquellos a quienes
amáis.
Gracias por formar parte de mí particular árbol. ¡Feliz Navidad! Y Feliz Año Nuevo 2012.
Con los mejores deseos y cariño de:
Ángel-Isidro Barbas Casado.
