Fábula:
El rosal que lozano
en tu huerto florecía
se ha secado.
Ya no corre ni sonríe
el agua fría,
por el arroyo encantado.
Ya la tierra está reseca
porque no riega sus sienes.
mustia se puso la hiedra.
Amarillo-limonado
el musgo de las paredes.
Exuberantes violetas,
con cuidado sorteabas al entrar.
Ahora se han puesto
mustias y resecas, que
te puedes lastimmar.
El aroma y los colores
por tu descuido
se ha esfumado,
ya perdieron
gustos y sabores
rosas, azucenas,
jazmines y nardos.
Para traerte un clavel
esta mañana he bajado,
por tenerlo abandonado
he regresado sin él
(por tenerlo abandonado
he regresado sin él),
Yo me quedé en el enfado,
pero tú sin el clavel.
Un bello poema con imágenes tan claras y perfumadas que me pareció visitar ese lugar, a pesar del abandono del que hablas, un poco de riego y atención, las flores volverán a resurgir.
ResponderEliminarAlejandro
Un lindo poema aunque triste porque cuando la belleza de una flor se marchita, siempre es triste.
ResponderEliminarUn abrazo
Hay cosas que se abandonan, y adquieren un nuevo encanto, una nueva dimensión. Un abrazo.
ResponderEliminarPreciosa Poesía personificada en ese jardín de flores marchitas por motivo de descuido y pereza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me gusta mucho la imagen, es ver una primavera preciosa. A diferencia de las rosas que adornan la poesía, que están muertas y descoloridas.
ResponderEliminarHermoso venir a tu rincón.
Besitos de luz
Es que un jardín tan hermoso no se puede abandonar, menos mal que tú no abandonas las palabras ni los versos.
ResponderEliminarUn abrazo Angel-Isidro.
Ángel Isidro, es un lindo poema, quizá mejor fábula como tu dices, porque tiene una moraleja preciosa en su final.
ResponderEliminar"Yo me quedé en el enfado,
pero tú sin el clavel."
Te deseo un año nuevo lleno de felicidad, y que todos los sueños bonitos que tienes en tu alma, puedas hacerlos realidad.
Un abrazo engarzado en un verso.
Saludos en este nuevo año, Angel Isidro…muy linda fábula-poema…nos enseña mucho acerca del cuidado de las flores en paradoja con el amor…si no lo riegas perecerá…va tanto para el hombre como para la mujer.
ResponderEliminarFelicidades!
EL CLAVEL
ResponderEliminarCuando la pereza invade,
nuestro habitual proceder,
y no regamos las flores,
que viven en el vergel,
cuando la palabra amiga
se deja sin responder,
cuando se va haciendo lejos,
la distancia del ayer,
cuando el arroyo se seca,
por desvío o por placer,
suele ocurrir simplemente,
lo que acabo de leer:
“Me quedé con el enfado,
pero tú sin el clavel”.
O.Z.M.
Felicidades, Angel Isidro. Un fuerte abrazo.
Una muy buena fábula, nunca debemos de dejar nada al descuido, muy bien expresado en tu lindo poema.
ResponderEliminarun beso
Hermoso desde el principio hasta el fin. He imaginado esas pobres flores agostadas por la falta de agua y de cuidado.
ResponderEliminarUn gusto leerte.
Serge.