jueves, 16 de enero de 2014

AMANECERES


Ay de mi tiempo,
de mis días
con sus noches
en presencia
de luna clara
y trasparente.

En su ausencia,
poblado cielo
de rutilantes estrellas
como ojos abiertos.

Ay, del que no
ha visto amanecer,
ni cambiar de la aurora el azul
por el rosa del alba encendida.
Ni el que no ha logrado
sentir, oír ni escuchar,
de la alondra el revuelo
o el arrullo en la loma
de la paloma torcaz.

¿Y que ha sido de mi tiempo,
de mi firme perseverancia,
de mi ser, de mi estár, de tener
la indulgente necesidad de vivir,
vivir para amar calladamente?

Ay, de mi prisa,
de mi prisa por llegar
a tiempo a todo, al fin a todo.
a todo para nada.



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