domingo, 27 de febrero de 2011

LATIDO A LATIDO

Qué inmenso es el mar,
el azul que cielo,
sin embargo...
las flores en otoño
pensativas, dudando
al ver como se acerca
el invierno.

Como en el mar la rosa.
Como al viento el ruido
va mi alma morosa
(en busca de la sombra,
soledad y olvido.)
Envuelta en penumbra,
parece que se rompa
en mi pecho fundido
el corazón que retumba,
latido a latido.

Quiero cantar
y me deprimo,
(también lloro).
Amo y quiero, lloro, lloro
en señal de que estoy vivo.
Soy como el ruiseñor
en el parque atardecido,
que canta y llora
en un mismo trino.

Tu comentario es muy importante para mi.
Gracias por visitarme.

domingo, 20 de febrero de 2011

PARA OLERTE

Como alas sin ruido,
A la comisura de tus labios
Nardos se acercan para verte.

Un rubor tu mejilla enrojece
Un susurro se deja sentir en el tiempo
El color de la vida nos alcanza de lleno.

Tu boca adornada de carmín sonrosado
Cándido albor de dulzura infinita

Quiero albergarme al refugio del aire
Juntarme y ceñirme a tu luna menguada
Y abrigar con tus plumas el frío de alma
De mi alma pequeña desnuda y callada.

De tu silencio esperar la respuesta...
Que no se apague la flor de la palabra
Y rendido el bosque, al esplendor de la luna
Se refleje en tu carne de rosa encendida. 

Con la brisa, el aire y a corazón abierto.
Llegado el momento de nardos para olerte
Beberé en tus labios la dulzura infinita.


jueves, 10 de febrero de 2011

TAL COMO TE VEO

Déjame.

Déjame besar tu frente
impecable de deseo.

Déjame aguantar tu serena
y dulce mirada de inocente.

Con el beso que te doy, creo
que te sientes complaciente.

Déjame estar a tu lado,
déjame estar frente a frente
seré paciente y resignado,
aunque el beso deseado,
cuanto más premeditado
es mucho más y más ardiente.








sábado, 5 de febrero de 2011

DIOS

Dios:
dame una luz
para encontrarme.

Estoy
perdido,
buceando
en la triste realidad
de la vida,
que poco a poco
se desvanece.

Ya no hay tiempo,
el tiempo cayó,
cayó como una losa
encima
de nuestros ojos,
y nos oprime.

Nos oprime
sin darnos
por aludidos.